jueves, diciembre 07, 2006

Mi Retroalimentación.... Sí Existe


Con la mochila al hombro, con unas chanclas camuflajeadas por unos calcetines negros .... el ruido de propagación que hicieron tan peculiarmente no pude escuchar la "pregunta numero unoooo".Gracias Alex Fitzmaurice por tantos y tantos 3 meses 1/2 de RETROALIMENTACIÒN... Lasswell estaría completamente orgulloso de tener un discipulo como tú... con tu entusiasmo, con tu integridad, con tu cabello de corte "honguito" y bien hija como de seguro a Valeria le vuelve loca. Gracias UNID por ser Funcionalista y crear un ALGO para tener a CATEDRATICOS de la talla del Profesor Fitzmaurice .Gracias por hacernos de un pensamiento crítico y no quedarnos como la mayoría con sus pensamientos positivistas y también no dejar a un lado los "opinativos". Gracias por dejarnos con la expectativa de la clase siguiente, de hacernos de una cultura de LEER!.... y no de hacerlo con Carlos Cuauhtémoc Sánchez... sino más alla de Mario Vargas Llosa, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Aparicio, García Marquez y asiduos lectores en el periódico de Ciro Gomez-leyva y tantos más.... que los tendremos en cuenta.Gracias por ser como es, inteligente, divertido, hija a veces o la mayoria del tiempo, e hijo de mami (conocedora 100% de Vanidades)...Pero sobre todo Muchas Gracias, por todas esos pequeños y a la vez GRANDES pensamientos que estarán en mi mente por siempre... Gracias por ser mi profesor.... hija jaa!

1 comentario:

Alejandro Esteban Fitzmaurice Cahluni dijo...

Querida Anna. Yo no sé si merezco esas palabras. Las agradezco, pero no las merezco. Soy el mismo mentiroso, que en un ataque de inseguridad, engañó por tres largos meses a su enamorada jurándole que "Miel del escorpión" era una íntegra obra musical de su grupo de rock y no de ese conjunto de músicos maestros llamado Fobia. Soy el mismo egocéntrico, que durante cuatro años en la universidad, no aceptó otra opinión que no fuera la suya. Soy el mismo que tantas y tantas veces se ha equivocado de sitio, de tiempo y de palabras. Pero no puedo evitar que se me agriete el corazón con tu texto. Solo creo que ustedes me hacen mejores. Solo pienso, que durante ese instante que fue el cuatrimestre con ustedes, me obligaron a ser mejor. Y si lo soy, lo soy por ustedes y por nadie más. Gracias.