lunes, junio 12, 2006


De la luz de tus ojos, prisionera
quedó mi alma aquella tarde fría
en que la lluvia sin cesar caía
y llenaba de perlas la pradera.

Y desde entonces mi ilusión entera
de tu dulce mirada dependía,
hasta que el filo cruel de tu falsía
la hirió con puñalada traicionera.

¡Cómo lloré y sufrí; cómo mi vida
por el dolor y la maldad vencida
se agitaba sin rumbo ni esperanza!

¡Cómo y cuánto anhelé tomar venganza
después que muy callado y escondido
llegó hasta mí consolador olvido!

De Rosario Castellanos ... no tengo idea de que cómo se llama, pero sólo le pondía un título.. "El olvido mi mejor aliado"

No hay comentarios.: